Amigarse impulsa esta campaña en beneficio de una de sus recolectoras más antiguas
Pascuala Rodríguez tiene 76 años y llegó hace varias décadas de su natal Camargo, en el departamento de Chuquisaca. Aquí echó raíces, pero la vida no fue fácil, y en los últimos años encontró en el reciclaje el medio para su subsistencia y la de sus dos nietas, ambas menores de edad, y que se encuentran a su cargo.
Hasta hace algunas semanas, Pascuala recorría las calles del barrio “Carlos Moyano”, donde vive, y cargaba a sus espaldas el material que lograba recuperar. Un aguayo era la única ayuda en sus largas caminatas. Pero la ayuda llegó, hace poco, de la mano de la FundaciónAmigarse y su proyecto de desarrollo de triciclos eléctricos para apoyar el trabajo de quienes recorren la ciudad en busca de material reciclable.
Ella es una de las beneficiarias de este proyecto y, con la ayuda de su nieta, ya puede hacer su recorrido con mayor seguridad y logrando un mayor volumen de material recuperado, porque cuenta con un triciclo eléctrico.
No obstante, esto aún no es suficiente ayuda para Pascuala. Ella no cuenta con un lugar adecuado para vivir. Apenas cuenta con un muro y algunos cartones y plásticos que forman un espacio donde están su cama, su ropa y algunos objetos. Así, ella y sus nietas, tuvieron que enfrentar el invierno cruceño, que, aunque corto, hace estragos en los días de surazos y bajas temperaturas.
Raúl Paucara y Wilfredo Cacia también son recolectores de la Asocación “27 de Mayo”, a la que pertenece Pascuala. Ellos conocen la situación en la que vive y decidieron poner su esfuerzo para darle una vida más digna. Por ello, impulsaron una cruzada para construirle un espacio propio y acudieron a la Fundación Amigarse para conseguir la ayuda que hoy se traduce en la campaña por “Un cuarto para Pascuala”.
Ellos construirán el espacio, pero para concretarlo necesitan ayuda de otras personas. Ya llegaron las primeras bolsas de cemento, pero ahora faltan ladrillos, madera, clavos y otros elementos para dar forma a un cuarto y un baño.
“Queremos que ella ya no esté en el viento, en el frío. Deseamos que tenga un espacio más cómodo y protegido”, afirma Raúl, mientras Wilfredo agrega que “el plan es hacerle un cuartito, dejarle un recuerdo, que ella pueda disfrutar de un lugar adecuado para vivir”
Los interesados pueden ayudar con aportes a la cuenta de la Fundación Amigarse, del Banco Bisa, número 311168-001-8; o comunicarse a los teléfonos 3313811 ó 76029094. Juntos podemos hacer realidad que Pascuala y sus nietas tengan un lugar adecuado para vivir.
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